Plan de salud mental: códigos de suicidio autonómicos y registros estatales

Actualidade
11 Maio 2022

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de España, que se celebra este miércoles, previsiblemente dará luz verde a un nuevo Plan de Acción de Salud Mental para los próximos dos años donde las comunidades autónomas podrán desarrollar su propio código riesgo de suicidio. Mientras que el Ministerio de Sanidad se encargará de monitorizar todos los casos de tentativa y consumados.
Según se estipula en el borrador de la nueva normativa, al que ha tenido acceso Redacción Médica, Sanidad cofinanciará la creación e implantación de los códigos riesgo suicidio, pero dejará su desarrollo en las manos de las autonomías. “Elaboración, desarrollo e implantación del código de riesgo de suicidio en cada una de las CCAA para mejorar la atención a la persona con conducta suicida”, detalla el texto, donde Sanidad fija el resultado esperado de esta medida en una implantación de códigos riesgo de suicidio en al menos el 80 por ciento de las comunidades.
Por otra parte, la cartera liderada por Carolina Darias asumirá el desarrollo de registros que permitan conocer las tentativas de suicidio y de los casos consumados con el fin de “facilitar” la identificación de la población con mayor riesgo. “Desarrollar registros precisos de suicidios consumados con las variables sociodemográficas necesarias para identificar grupos vulnerables y registro y monitorización de los factores de riesgo que llevan al suicidio”, detallan en la normativa.  Para ello, Sanidad creará un grupo de trabajo para 2022-2023 y espera que este año se logre crear un documento para la elaboración de dicho registro.

Procesos asistenciales y formación, en manos de las CCAA

Dentro de las medidas para la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida, las comunidades autónomas también tendrán total potestad para establecer “mecanismos y circuitos ágiles” con el fin de mejorar el acceso a los servicios de salud mental de las personas con conducta suicida. Una medida que también será cofinanciada entre Gobierno y CCAA, y la cual se espera que se implante en el 80 por ciento del territorio.
Pese a que el Estado asumirá el registro de tentativas y casos de suicidio, las regiones también tendrán que desarrollar herramientas que ayuden a los sanitarios en la identificación de posibles pensamientos suicidas y la valoración de los factores de riesgo asociados a ellos. Además de herramientas, las autonomías también deberán gestionar acciones de formación continuada a sanitarios para la “detección del riesgo, adecuado diagnóstico y abordaje de la conducta suicida”. Ambas medidas contarán con financiación autonómica y las deberán asumir todas las comunidades autónomas.
Las seis líneas de acción que marcan el desarrollo del Plan de Salud Mental

Según el Ministerio, el objetivo de este plan de acción es contribuir a la mejora de la salud mental de la población mediante el desarrollo de acciones priorizadas de la Estrategia de Salud Mental 2022-2026 en todos los ámbitos del SNS, de forma que permita afrontar los efectos en la salud mental de la crisis sanitaria y social generada por la pandemia de Covid-19 y los efectos de otros factores de distinta índole que afectan a la salud mental en la actualidad.
Una de las principales novedades, y que reclamaban desde Psiquiatría, es que contará con un presupuesto finalista de 24 millones de euros. Una dotación económica que busca respaldar la implantación de 45 acciones enmarcadas en 6 líneas estratégicas, que según remarca Sanidad, han sido basadas en las líneas y objetivos de la nueva Estrategia de Salud Mental. Las líneas de acción son las siguientes:

  1. Refuerzo de los recursos humanos en salud mental.
  2. Optimización de la atención integral a la salud mental en todos los ámbitos del SNS.
  3. Sensibilización y lucha contra la estigmatización de las personas con problemas de salud mental.
  4. Prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida.
  5. Abordaje de problemas de salud mental en contextos de mayor vulnerabilidad.
  6. Prevención de conductas adictivas con y sin sustancia.

Fuentes: web Redacción Médica; imagen: huffpost