La crisis del coronavirus incrementa la desigualdad

Una voluntaria prepara paquetes de alimentación básica en el almacén de la Cruz Roja en Barcelona. MARTA PÉREZ EFE
Gaurkotasuna
27 Maiatza 2020

Resumimos en este post una publicación de G.Fanjul, del Blog 3500M, de ElPais. Nos habla de la necesidad de que las administraciones públicas ponderen sus criterios para afrontar esta crisis y de su responsabilidad de desconfinar con equidad ...

  • En el coronavirus, como en casi todo, hay niveles sociales

Si usted pertenece al de un afroamericano en los Estados Unidos, por ejemplo, sus posibilidades de contraer la covid-19 y morir a consecuencia de ella multiplican las de sus vecinos blancos. Si su grupo social es el de un niño madrileño en una familia de bajos ingresos, la aventura del confinamiento se traducirá en exclusión escolar por el apagón digital, almuerzos poco saludables por cuenta de la administración y un peligroso aumento de la tensión doméstica como consecuencia del hacinamiento.

Si como millones de migrantes sin papeles, se encuentra usted desclasado, corre el riesgo de desaparecer de los radares sanitarios y de cualquier medida pública de socorro.

  • La relación entre las crisis sanitarias y las sociales es un fenómeno de doble vía

El impacto desigual de una pandemia como la de este coronavirus incrementará la brecha entre quienes pueden y no pueden protegerse. Pero las consecuencias económicas de la enfermedad se volverán contra estos mismos grupos de una manera feroz, ampliando sus vulnerabilidades sanitarias y limitando la capacidad de los Estados para proporcionar redes de seguridad.

Entre los años 2009 y 2015, la austeridad fiscal llevó al recorte de 0,9 puntos en la inversión sanitaria pública española, elevando los copagos individuales hasta el 24% del total del gasto y abriendo brechas intolerables entre comunidades autónomas. La crisis golpeó de manera particular a grupos vulnerables como los migrantes en situación irregular, cuyas tasas de mortalidad crecieron un 15% tras su exclusión del sistema sanitario.

  • No tiene porqué ser así

La magnitud y la composición del golpe pueden ser alteradas con una intervención decidida de las administraciones públicas y de las comunidades en las que operan.

El punto de partida es que la inequidad social lastra gravemente la recuperación económica y la preparación ante futuras amenazas sanitarias. Esta es una lección que la Unión Europea ha aprendido de manera trágica durante esta pandemia, donde los sistemas de prevención y respuesta de varios Estados miembros acusaron una década de recortes en personal e infraestructuras. En el contexto de la covid-19, aceptar el tipo de darwinismo social impuesto durante la Gran Recesión sería como dispararse dos veces en el mismo pie.

  • Los gobiernos nacionales y regionales tienen la responsabilidad de desconfinar con equidad

La preparación de una sociedad ante los riesgos sanitarios puede depender menos de las camas de la UCI que del sostenimiento de las rentas mínimas de las familias. Menos de la fabricación en masa de respiradores que de la disponibilidad y habitabilidad de las viviendas. Menos de los aplausos protocolarios que de la dignificación laboral de profesionales sanitarios que han sido empujados a las trincheras de la epidemia en condiciones de precariedad física y financiera.

"Se dice que de una pandemia salimos todos o no sale nadie. Es cierto."

Fuentes: elpais.com, G.Fanjul, Efe