Firma por una migración más segura para las mujeres

"Las mujeres se ven forzadas a huir de sus hogares debido a la guerra, la violencia, la pobreza o la exclusión. En guerras, como la que está sufriendo Ucrania, no podemos dejar de visibilizar los retos adicionales que enfrentan las mujeres en situación de refugio: trata de personas, violencia sexual, extorsiones, redes de explotación sexual e incluso secuestros. En los procesos de movilidad forzada las mujeres y niñas, que son mayoría, necesitan medidas específicas de atención, acompañamiento y protección."

Desde Alboan, Entreculturas, Fundación Ellacuría y el Servicio Jesuita a Migrantes, lanzamos esta campaña de recogida de firmas: “Mujeres en Marcha: mujeres migrantes, mujeres con derechos.”

Urge demandar la incorporación de la perspectiva de género en el Nuevo Pacto Europeo sobre Migración y Asilo para defender los derechos humanos de las personas migrantes y garantizar una respuesta a las múltiples violencias que condicionan y complejizan los procesos migratorios de las mujeres.

La Comisión Europea presentó en 2020 una propuesta de Pacto Europeo sobre Migración y Asilo que UrsulaVon Der-Leyen definió como “un nuevo comienzo para la política migratoria y de asilo de la UE”. Sin embargo, lo cierto es que refuerza las medidas que priorizan políticas de retorno, apuestan por la externalización y securitización de fronteras, y perpetúan la criminalización de la migración, y por tanto, obvia los verdaderos desafíos de este fenómeno de alcance global. Y es que, “la migración es un fenómeno influido por las cuestiones de género” (Relator Especial sobre los derechos humanos de los migrantes). Así, las causas que originan la huida, los obstáculos que se encuentran en el tránsito y las condiciones que enfrentan en destino, impactan de manera diferenciada en los procesos migratorios de las mujeres, caracterizados por la interseccionalidad de las violencias[1].

Por ello, ante una propuesta que perpetúa la desprotección y no reconoce impactos diferenciados de las violencias a las que las mujeres se enfrentan en los procesos migratorios, necesitamos normas y políticas que consideren la interseccionalidad de las desigualdades sociales estructurales y las políticas discriminatorias que afectan a todas las fases de los procesos migratorios. 

Con el objetivo de reforzar y adecuar la perspectiva de género en el Pacto de Migración y Asilo de la UE, incidimos en la urgencia de considerar las siguientes recomendaciones y demandas.

  1. Incorporar medidas que consideren la perspectiva de género que comprometan a los Estados a proteger a las mujeres y las niñas migrantes contra la discriminación, los abusos y las vulneraciones de sus derechos por razón de género en todas las etapas de la migración.
  2. Reclamar la incorporación de medidas políticas integrales sensibles a una perspectiva interseccional de género y de derechos, que respondan de manera integral al retroceso de derechos humanos y derechos de las mujeres migrantes que supone la propuesta actual.
  3. Abogar por la cooperación entre países de origen, tránsito y destino como alternativa frente a las medidas que refuerzan la externalización y securitización de fronteras, para así colocar a las personas migrantes en el centro y garantizar la protección de sus derechos humanos a lo largo de todas las fases del proceso, cualquiera que sea la condición migratoria. Preocupa especialmente el impacto que las políticas disuasorias tienen sobre las mujeres que acaban siendo objeto de trata; que enfrentan procesos migratorios con sus hijos o hijas; quienes emprenden el proceso migratorio embarazadas o quienes, como consecuencia de violaciones se quedan embarazadas en el tránsito.
  4. Instar la reconsideración de la medida de aceleración de los procedimientos en frontera pues supone un retroceso en los derechos humanos y en los derechos de las mujeres. Este mecanismo, además de favorecer la creación de centros de detención donde se ha demostrado la ausencia de protección de derechos humanos y donde las mujeres son especialmente vulnerables; limita el tiempo y los recursos para identificar las vulnerabilidad que pueda derivar de la condición de género: trata, violencia sexual en tránsito, huida por motivos de género que pueda dar lugar a protección internacional los tiempos y por tanto, dificulta el reconocimiento de vulneraciones y violencias, y las posibilidades de solicitar asilo.
  5. Implantar de manera obligatoria, iniciativas de formación en perspectiva de género dirigidas a cualquier persona, institución, agencia o servicio involucrada en cualquiera de las fases del proceso migratoria, para evitar un retroceso en los DDHH, la revictimización y trato discriminatorio hacia las mujeres y niñas, por parte de las autoridades o administraciones públicas a lo largo del proceso migratorio.

 

Necesitamos tu ayuda para que su voz sea tenida en cuenta. Muchas vidas están en juego. Firma por una migración más segura para las “Mujeres en Marcha”.